Las joyas y los perfumes.


El ir a una fiesta,  a una reunión de negocios u otros motivos, usted, como siempre, usa perfume. Este toque final, siempre se hace para  completar la imagen perfecta.

Normalmente  se aplica en ciertas partes del cuerpo,  como detrás de las orejas, en el cuello, en las muñecas. Estos son  los lugares que entran en contacto con joyas preciosas: aros, pulseras, collares y relojes.



El perfume, las colonias, o lociones al caer sobre estos  ornamentos provocan la mayoría de las veces,  una reacción química con el metal y las piedras preciosas. Reacción que a primera vista es imperceptible por el ojo humano, pero con el tiempo el metal se va poniendo opaco y la transparencia de las piedras se va perdiendo hasta  ponerse totalmente  nubladas. Los joyeros actualmente recibimos un gran número de quejas  sobre la calidad de los productos que usamos, pero somos inocentes,… son estos productos químicos llamados perfumes.



¿Por qué sucede esto?

La cosmética moderna y los perfumes contienen muchos productos químicos que están contenidos en la tabla periódica. Ciertos compuestos químicos contenidos dentro de estos productos, llámese colonias, perfumes u otros… se comportan de maneras tan agresivas que, metales preciosos que son prácticamente neutros reaccionan de maneras sorprendentes.


Las piedras preciosas y semipreciosas,  también están sufriendo de los efectos de estos productos, especialmente aquellas gemas que tienen un origen orgánico como las, perlas, el coral, y el ámbar.



Pero la joyería no perderá su belleza, y seguirá sirviéndonos  durante muchos años más, pero es necesario tener un manejo más cuidadoso de ellas, como por ejemplo, seguir ciertas reglas y cuidados de "seguridad", sobre todo si son piezas caras y difíciles de volver a conseguir.




Aquí les doy algunos consejitos bastante sencillos y simples:

- El olor en el cuerpo (perfumes, colonias, lociones, etc.) deben aplicarse antes de ponerse las joyas.  Esperar algún tiempo, la piel después de la aplicación de los perfumes  se seca y se evaporan los conductores que llevan las esencias, quedando solo las esencias en la piel, este es el momento en que usted ya se puede poner sus joyas favoritas.















Los aros de plata con marcasita o lapislázuli, que son siempre muy usados por lo bien que se ven, necesitan ser limpiados regularmente de estas suciedades, de los residuos de cosméticos y partículas de la piel. Es suficiente limpiarlos con un cepillo de cerdas suaves, un detergente suave y agua tibia.










Lo que es perfecto para sus joyas y mucho mejor que el cepillo de cerdas finas es que usted puede llevarlas a su taller de joyería, donde se las van a limpiar con elementos y fluidos especiales. Las piezas que estén muy rayadas por su uso y el tiempo, si fuera necesario, las podrá volver a repulir y darles una nueva manito para que le vuelvan a quedar como nuevas.




Escrito por: Alejandro Glade R.






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