Cuando Alejandro el Grande
conquistó el Imperio Persa en 331 a. C., su dominio se extendió desde Grecia
hasta Asia Menor, Egipto, el Cercano Oriente y la India. La relación con otras
culturas les ayudó a enriquecer más su propia cultura y extendió los estilos
griegos en todo el mundo conocido, así con esta expansión el arte quedó
expuesto y los artistas griegos adquirieron nuevas y exóticas influencias. Las
innovaciones significativas en la joyería griega se remontan incluso antes a la
época de Felipe II de Macedonia (r. 360 / 359–336 a. C.), padre de Alejandro
Magno. Una sociedad cada vez más rica exigía objetos de lujo, especialmente
joyas de oro. Con virtuosismo técnico, los artistas griegos ejecutaron diseños
suntuosamente ornamentados.
Después de que Alejandro
conquistó el imperio persa y se apoderó de muchos de sus tesoros increíblemente
ricos en Babilonia, grandes cantidades de oro pasaron a la circulación y el
mercado de las joyas de oro de moda se hiso común. Incluso después del reinado
de Alejandro, sus sucesores durante siglos apoyaron las florecientes industrias
de joyería y de artistas y artesanos, de los cuales los más importantes y
sobresalientes estuvieron asociados con las cortes reales helenísticas.
En el período
helenístico se produjo una gran variedad de tipos de joyas: aretes, collares,
colgantes, alfileres, brazaletes, bandas para los muslos, anillos para los
dedos, coronas, diademas y muchos adornos elaborados para el cabello. Las
pulseras a menudo se usaban en pares según la moda persa y las joyas se
producían con frecuencia en conjuntos combinados. Muchas piezas estaban
incrustadas de perlas y deslumbrantes gemas o piedras semipreciosas como esmeraldas,
granates, cornalinas, ágatas con bandas, sardónice, calcedonia y cristal de
roca. Los artistas también incorporaron incrustaciones con esmaltes de colores
que contrastaban dramáticamente con sus intrincados trabajos en oro. La
elaborada ornamentación subsidiaria contribuyó con motivos vegetales y
animales, y también hubo una relación entre lo que es el adorno y la diosa
Afrodita con su hijo Eros. Las figuras aladas en el aire, como Eros, Nike o la Victoria
alada de Samotracia y el águila de Zeus que llevaban a Ganímedes hasta el Monte
Olimpo, eran diseños muy populares para aros y colgantes.
En Tiempos helenísticos, las
joyas a menudo pasaban de generación en generación como reliquias familiares. Y
ocasionalmente se dedicaba a los santuarios como una ofrenda a los dioses. Hay
registros de tocados, collares, pulseras, anillos, broches y alfileres en los
inventarios de tesoros, como, por ejemplo, en Delos. También han salido a la
luz tesoros de joyas helenísticas que fueron enterradas para su custodia en la
antigüedad. Sin embargo, algunos de los ejemplos mejor conservados provienen de
tumbas donde generalmente se colocaban joyas en el cuerpo del difunto. Algunas
de estas piezas fueron hechas específicamente para el entierro; la mayoría, sin
embargo, fueron usados durante la vida. A principios del período helenístico,
los macedonios ricos enterraron a sus muertos con elaboradas joyas de oro. Sin
embargo, en los últimos tiempos helenísticos, los bienes funerarios ricos eran
menos comunes.
Escrito por: Alejandro Glade R.
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