Grabado; Caballeros Templarios. |
Sello Templario |
Por el año 1291 los Caballeros
Templarios ya no eran lo que fueron en un principio y fueron obligados a abandonar el Medio Oriente. Su popularidad cayó violentamente e instó a
represalias. El año 1307, y con el permiso del Papa, se arrestó a los líderes claves de la Orden
con sede en Francia y se los torturó por herejía y adoración al diablo. El Papa
confiscó las tierras pero no encontró nada más de valor ni tesoros.
En Europa, los Caballeros
restantes escondidos se mueven rápidamente para esconder el tesoro portátil. Un mes más tarde el Papa
Clemente II publicó la 'Pastoralis Praeeminentiae', que instruyó a jefes de
Estado para detener a todos los Templarios y confiscar todos los bienes y que debían
de ser dados a otra orden religiosa, los Caballeros Hospitalarios. Esto se llevó a
cabo sólo parcialmente, porque fue demasiado tarde. El gran tesoro de los
caballeros templarios había desaparecido y nunca se ha encontrado. Un misterio
igualmente intrigante es lo que sucedió con la mayoría de los caballeros que
nunca fueron encontrados ni detenidos. Por lo menos varios miles de hombres,
así como una flotilla de barcos, simplemente desaparecieron. En particular, los
18 barcos que estaban atracados en La Rochelle, Francia, en la noche del 12 de
octubre 1307 zarparon bajo el amparo de la oscuridad justo antes de las persecuciones
iniciales y pasaron a la historia. Un documento, el Pergamino de
Chinon, que se encuentra en los archivos del Vaticano el año 2002, nos muestra
ahora que el Papa Clemente II en realidad absolvió a los Templarios el año 1308.Cruz Templaria, Rubíes y Granates |
Tesoro: Tesoro de los Caballeros Templarios
Perdido: Año 1307
Valor actual estimado: $ Miles de millones
Contenido: Oro y plata en lingotes, monedas,
joyas, joyería de oro y plata, títulos de propiedad, reliquias religiosas,
armas, documentos y registros, trofeos y objetos de Medio Oriente, curiosidades
y valiosas insignias reales mantenidas como valores.
Ubicación: Escocia / Lugar Desconocido
Escrito por: Alejandro Glade R.
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