Imagen de la Diosa Durga |
Ahora se encuentra en Francia. Y sigue activo desde hace un siglo dispensando bienes.
El Collar de la diosa Durga, la joya más fabulosa de que se tenga noticia. De sus virtudes benéficas han dado testimonio intelectuales y científicos de gran renombre. Los cuales con científica cautela, piensan que será tarea de una próxima generación de sabios explicar lo que hoy es simplemente asombroso.
En su descripción material, no impresionaría a ningún joyero y, apenas tal vez, a algún anticuario de gran cultura. Se trata de un collar de 46 cuentas de ámbar separadas por pequeñas turquesas descoloridas por los siglos. Su peso no sobrepasa los 70 gramos.
Se distinguen dos clases de ámbar. El amarillo se carga eléctrica mente por simple frotación y es capaz de atraer cuerpos muy livianos; se trata de una resina fósil de coníferas que vivieron en la era oligocénica, principalmente en las costas del mar Báltico. Y el ámbar gris, que se utiliza en la industria de la perfumería fina y que se extrae de una glándula de los cachalotes. "El Collar" es de ámbar amarillo.
Lo que se sabe de este rosario y de sus virtudes es una apasionante combinación de fantasías y hechos reales, ciencia y creencia, historia comprobable y leyenda, mitos y ritos; todo lo cual entrelazado en una cronología que se pierde en la memoria de los tiempos.
Se afirma que se trata de un rosario tibetano que muchos siglos antes de Cristo estaba depositado en un monasterio de Lhasa. Y que unos monjes lo llevaron a través de los Himalaya, por secretos senderos, hasta Benarés, en la India, para ofrecerlo en ceremonias rituales a la diosa Durga. Dice la fe que Durga es la esposa de Siva y vive en el monte Kailasa del Tibet. Y la tradición dice que si al tocar el mágico collar se formulaba un deseo, éste se cumplirá durante el año. El collar está ahora en Occidente, desde hace casi un siglo, siempre activo en sus bienaventuranzas. Es decir está vivo.
Los científicos creen en las supersticiones, pero ya admiten la actual precariedad de conocimientos que permitan explicar "lo inexplicable, es decir, lo que llamamos mágico, sobrenatural, extrasensorial, satánico, extraterrestre, espiritual, esotérico, etc. Esos científicos están de hace muchos años, investigando oficialmente; y lo hacen, naturalmente sobre la base de la "hipótesis de trabajo".
Por ejemplo, el físico norteamericano Kenneth Emerson ha tratado de explicar el supuesto carácter "maléfico" de ciertas piedras o joyas famosas.Existen piedras preciosas de textura molecular especial, que conservan una verdadera memoria de las situaciones violentas captadas al azar durante su larga carrera. Esta memoria atómica, ya sospechada en el diamante, parece darse también en ciertas amatistas, las esmeraldas, las perlas y los rubíes. La maldición consiste, por lo tanto, en una cierta onda de forma, que recrea de manera precisa las circunstancias psicológicas de una situación violentamente desordenada y que se apodera de aquel o aquella que tiene la desdicha de encontrarse en estrecho contacto con el mineral.
Si esta teoría llegara a comprobarse, quedaría explicado el maleficio que acompañó, a través de la historia, la posesión de determinadas joyas o piedras "malditas". Pero también tomaría fuerza científica la explicación esotérica de algunas piedras o sustancias virtuosas, benéficas o "benditas".
Según esa explicación grandes iniciados del Tibet, que practicaban la magia teúrica, al manipular el collar durante sus plegarias, lo cargaron con radiaciones benéficas de un poder tal que desafían al tiempo...Después de varios años de ensalmos y de pases magnéticos, cuando lo juzgaron digno de los dioses, algunos de los monjes franquearon el Himalaya por caminos escarpados, a fin de llevarlo a Benarés...
Pierre Loti |
En los tiempos modernos, el capitán de fragata francés Julien Viaud había sido admitido como miembro de la Academia Francesa en 1891. No por ser marino, sino por ser un notable literato, autor de decenas de libros entre los cuales sobresalen Ramuntcho, El pescador de Islandia, Aziyadé y otros, cada cual más fascinante. Su nombre de escritor (era Pierre Loti. En uno de sus viajes a la India, en misión oficial encomendada por el gobierno de Francia, conoció y fue agasajado por maharajás y príncipes de varios reinos; fue admitido por dignatarios religiosos, sacerdotes, maestros, pandits, brahmanes, teósofos en general. Era el año 1899 y asomaba el siglo XX. Pierre Loti era dueño de una colección fantástica de talismanes de todo el mundo. Y un joven brahmán le reveló la existencia del Collar de la Diosa Durga y de los favores que dispensa a quienes consiguen acercarse a él y tocarlo con sus dos manos. Al abandonar la India, Pierre Loti llevaba entre sus innumerables "souvenirs" el milenario y fantástico "Collar de la Diosa de los favores". ¿Cómo consiguió Loti hacerse de una pieza ambicionada por millones de hindúes y tibetanos y celosamente custodiada por herméticos sacerdotes? Misterio que el escritor jamás reveló a nadie.
Años después, el escritor se lo obsequió a la adivina Fraya, la más célebre profetisa, grafóloga y vidente de Europa de comienzos de siglo, a quién consultaban los grandes duques de Rusia, la reina Natalia de Servia, Julia Barret "La Divina", Maurice rostand, Cécile Soral, Anatole France y otros famosos de la época.
Loti y Madame Fraya se hicieron grandes amigos durante muchos años. Un día Pierre Loti le contó a la bella adivina la historia de su enigmático collar y dijo: -Ya conoce usted mi pasión por los talismanes. Este es prodigioso. Tiene más de dos mil años. Se lo regalo. Ojalá se extiendan sus beneficios y proteja a quienes crean en su misterioso poder. No me pregunte como lo conseguí. No puedo revelárselo...
En poder de Fraya, la fama y la leyenda del collar se extendieron por Europa como un reguero de pólvora.
Madame Fraya |
Consignamos algunos de los hechos que - casuales o no- se vinculan con el collar y sus virtudes:
El propio Pierre Loti que, de regreso de la India y de paso por Persia, hoy Irán, con el collar en su poder, fue víctima de unos asaltantes que le dejaron casi muerto; sin embargo, salvó su vida y los bandidos "olvidaron" de robarse un solo bulto: el que contenía el collar.
La misma adivina, una bella y joven mujer, recién separada de un mal marido, se encontraba en aguda crisis de soledad cuando recibió el collar; muy pronto cambió su destino y vivió un largo período de paz y felicidad; nunca se separó Madame Fraya de eses collar,del que dijo: -Las personas sienten a su contacto una impresión de calor, de hormigueo en la punta de los dedos. A otros se les pone la piel de gallina. Los escalofríos recorren su cuerpo. ¿Y por qué extrañarnos? Lo que hoy nos parece misterioso se explicará algún día científicamente.
Sara Bernhardth nunca salía en sus triunfales giras por América, sin ir antes donde Fraya para que le permitiera tocar el collar.
Marcel Proust había tocado el collar manifestando el deseo de que su novela "A la sombra de las muchachas en flor" tuviese éxito. La obra le significó ganar el Premio Goncourt en 1919.
El miembro de la academia Francesa, varias veces ministro y presidente del consejo, Luis Barthou, tocó el collar en 1918 pidiendo morir de repente y lo más tarde posible; murió de repente y en avanzada edad en 1934, asesinado junto al rey Alejandro de Yugoeslavia, en Marsella, en un atentado de origen Croata.
Una joven periodista entrevistó a Madame Fraya en 1949 y le fue permitido tocar el collar. Ocho días después, la periodista fue recibida en el despacho del Elysée por Georges Reynal, director del servicio de Información de la presidencia que entonces ejercía Vincent Auriol. Y comenzaba para la joven una muy exitosa carrera profesional.
Madame Fraya murió el 16 de Febrero de 1954, dulcemente como durmiendo. Sus pertenencias fueron sacadas a remate. La periodista se impuso a última hora y de modo casual de la subasta. Tomó un taxi invocando en silencio la memoria de Madame Fraya pera que le ayudara a adquirir el ya casi olvidado collar. Y lo logró, por un precio ínfimo.
El diario francés L'Aurore dio la noticia y una avalancha de cartas le llegaron a la periodista, pidiendo tocar el collar. Uno le pidió: "¿No podría usted enviármelo por correo? Se lo devolvería la semana que viene". Una condesa ofreció: "tendría gusto de comprarle algunas cuentas". Una señora de apellido Hermann, víctima de la segunda guerra mundial confesó: "Salí del infierno de un campo de concentración gracias a ese divino collar", y aseguraba que "me serviría de gran ayuda tocarlo una vez más". Otros pedían a la periodista "su tarifa" por tocar el collar. Una mujer de negocios le ofreció los royalties mundiales por la venta de un pañuelo con la imagen del collar. La periodista rechazó todos los ofrecimientos y dijo: "pienso que los poderes de un verdadero talismán no pueden ni deben usarse para ganar dinero".
Tal vez por eso, por permanecer en buenas manos, El collar de la Diosa Durga sigue haciendo noticia.
Una enferma muy grave se operó después de tocar el collar, con tal éxito que su médico le puso el apelativo de "mi milagro". El actor Michel Simon, víctima de una grave intoxicación, sufría de vértigos, violentos dolores de cabeza, había perdido la memoria era incapaz de recordar un texto. Sólo un milagro podía permitirle volver a las tablas. Fue lo que pidió al tocar el collar. Y volvió en gloria y majestad al teatro, y aún se recuerda su maravillosa película "El viejo y el niño".
Sofía Loren tocó el collar en Diciembre de 1958 expresando sus deseos de maternidad; quería niños, no niñas. Tuvo dos varoncitos.
Ingrid Bergman, temerosa de no ser aceptada por los franceses debido a su acento nórdico, tocó el collar antes del estreno de "Té y simpatía" en el Teatro de París, en 1956. El éxito fue clamoroso y le abrió las puertas del cine.
Son muchos los hechos. Y muchos los testimonios. Tal abundancia escapa de los límites de un artículo. Jacques Bergier, científico atómico, coautor de "El retorno de los brujos", único miembro de francés de la Academia Mundial de las Artes y las Ciencias, tocó el collar, lo examinó y sentenció: -Me dio la impresión de que las turquesas sirven como aisladores. Cada cuenta de ámbar debe emitir una radiación particular. El conjunto forma sin duda una armonía perfecta. Y esa armonía de las ondas actúa con toda seguridad sobre el medio ambiente. ¿En qué medida? La explicación científica se encontrará en un próximo futuro.
Lápida de Simone Tervagne |
Libro de Simone Tervagne |
La joven periodista que una vez entrevistó a Madame Fraya y que al deceso de ésta adquirió su "Collar de la Diosa Durga", Fue la señora Simone de Tervagne. (1911-1992). -Del collar hoy no se sabe...
Resumen Capítulo I de libro "Los poderes mágicos de las joyas"
(Ediciones Martínez Roca, S.A. Barcelona, España. 1983)
Gracias
ResponderEliminar