María Luisa de Parma 1765 |
La explotación de las minas de
Golconda, India, se iniciaron en el siglo 17, y más tarde las minas brasileñas comienzan
a comercializar diamantes más bonitos, más grandes, en mayor cantidad y menos costosos. El veneciano Peruzzi había
inventado los cortes del brillante alrededor del año 1700 y desarrollo mucho progreso hasta llegar a
los cortes de las piedras de talla rosa. A partir de entonces, el artista joyero
aplicaba sus conocimientos en el establecimiento o postura de las piedras
preciosas a fin de obtener el máximo brillo y efecto de ellos.
Con la llegada al trono de los
Borbones, se acentuó la fijación en los
detalles, la perfección de los trajes, el uso de joyas exuberantes y se
implanta el uso de toilette francés.
Matilde Querini 1772 |
Durante el curso de un siglo, comparativamente
hubo muy poca variación en las modas; los motivos populares eran los que
quedaban sujetos a variaciones. A mediados del siglo los diseños fueron
influenciados por el estilo de arte rococó, pero los joyeros desarrollaron una
forma más sobria en su estilo, excepto en Italia, España y Portugal, que por lo
general tienden a mantener los mismos patrones simétricos.
Las joyas de la corona de Francia,
son la colección más maravillosa en todo el mundo occidental, la adquisición del
diamante Regente en 1717, trajo una consagración suprema. La piedra en
cuestión, con un peso de 136 quilates, fue en ese entonces considerada como la
mejor que se conoce, y que fuera descubierta en Golconda, cerca de Hyderabad en
la India. Thomas Pitt la había comprado en 1701, fue cortada en Londres y se la
ofreció a Luis XIV, que la consideró demasiado caro para comprarla. En las
Memorias de Saint-Simon se dice que fue él quien convenció al regente, Felipe
de Orleans, para que lo comprara. Esta piedra se encuentra montada en un arco
de perlas y brillantes fijos en el hombro con su escudo color de fuego, y en su
sombrero llevaba el diamante Sancy. Estas mismas dos joyas fueron adaptadas
a la corona hecha por Ronde en 1722 para la coronación del joven rey.
Esta corona obra, considerada una obra de arte
de la joyería, por ser una de las primeras coronas con una configuración abierta, la que le
permite la total transparencia de las piedras y así acentuar su luminosidad. La
mezcla de piedras de colores juntas, con
piedras finas y piedras semi-preciosas, fue una característica del siglo 18.
Anna Petrovna |
También en poder del reinado
estaba el gran diamante azul, que fue siendo cortado sucesivamente quedando más
pequeño y que hoy es conocido como el diamante de la esperanza o diamante Hope.
También como muestra de este arte
en joyería, estaba el medallón del Espíritu Santo hecho por Jacquemin en 1757
para el rey.
En el inventario de Madame de
Pompadour se hace mención a los diamantes
teñidos de color verde y diamantes amarillos.
Para el matrimonio de Luis XV los
más bellos diamantes se vuelven a montar para Maria Leczinska; los retratos de
la joven reina nos dan una idea de la suntuosidad de sus atavíos. Por lo
general llevaba el diamante Sancy y el Regente, en el pelo o montado junto a otros diamantes en
un collar ajustado al cuello por una cinta de terciopelo negro.
Collar de María Antonieta |
Hay muchas joyas que se dice que
pertenecieron a María Antonieta y la que aparece más genuinamente, haber sido de
su propiedad, es el collar de diamantes
enviado por la Reina a Bruselas en 1791, y que se recuperó por la duquesa de
Angulema, en 1798. Posteriormente, perteneció al conde de Chambord, y a la
princesa Massimo. Más tarde fue vendido en Londres en 1937, y llevado a la
India.
A lo largo del siglo 18 los ingleses tenían la costumbre de arrendar y pagar por las piedras para las fiestas de coronación, y tan pronto como terminaba la ceremonia las devolvían a la tienda. Sin embargo existe información dada por Horacio Walpole, sobre la coronación de Jorge II y la reina Caroline en 1727, y dice que el vestido estaba tan repleto de joyas, tan pesado y tan rígido que la reina era incapaz de ponerse de rodillas, y se requería todo un sistema de poleas recoger la parte inferior de la falda, era un sistema como de cortina de teatro.
La reina Charlotte, esposa de
George III, poseía numerosas joyas, algunas de las joyas más bellas fueron
lucidas en el principado de Arcot. Un retrato de ella, pintado en el año 1762,
muestra que llevaba un collar de diamantes muy grandes, y un peto compuesto en
su totalidad sólo por diamantes, así
como cadenas con perlas enlazadas en la cintura y hombros más pulseras de
perlas. Estas joyas tuvieron una considerable popularidad, y se pueden ver en
numerosos retratos.
Al adquirir en este aspecto tanta
fama Versalles por su refinada moda, Alemania entra en una rivalidad por la
magnificencia y el refinamiento. Los palacios rococó deliciosamente construidos
y decorados, le siguieron a los de Francia y pasaron a ser un poco menos
magníficos que las joyas de la corona francesa. La vanidad de los príncipes
hizo que fuera de gran importancia poseer alguna piedra notable para que fuera parte
de su colección.
Detalle |
Para la coronación de Catalina II
en 1762, ordenó fabricar la corona imperial al orfebre Posier, de origen
francés. No estuvo lista a tiempo, pero sus sucesores si la pudieron llevar,
hasta Nicolás II. En 1772, la Emperatriz adquirió del conde Orloff, su amante,
un magnífico diamante que se montó en el cetro imperial y sigue siendo uno de
los mayores tesoros de Rusia.
Como joyas, los relojes ya había aparecido en su forma redonda, en la segunda mitad del siglo 17, y en el siglo 18 fueron fabricados en cantidades mucho mayores, también pasó a ser común el anillo sello, y los artículos para el aseo personal, como frascos, etc. Estaban adornados de la manera más lujosa, con diamantes.
Aros (reproducción) |
Con el tiempo las joyas se hicieron
cada vez más reservadas para las mujeres de la realeza, a pesar de que el rey
en la corte siguió usando sus diamantes en las grandes ocasiones. La moda de la
austeridad se extendió desde Inglaterra. Los abrigos cubiertos de bordados y
lentejuelas en tonos claros y seda tornasolada, dieron paso a la levita, en
tonos sobrios de color beige, marrón, verde y puse. Las hebillas en los zapatos
era una parte esencial en la indumentaria masculina y hay un gran número y
variedad de formas simples, hebillas de plata, para los curas rurales, y las
más lujosas estaban hechas de oro e incluso con piedras finas. En toda Europa, la
moda fue presentando estilos que
prevalecen, y en lo sucesivo lo único permitido como joyas eran las llamadas sortijas
o anillos, pañuelos al cuello, pins en solapas y cadena para el reloj.
Escrito por: Alejandro Glade R.
Felicitaciones por el interesante aporte a la cultura de Orfebrería, joyería.
ResponderEliminarProcedimientos y calidad. ¡Muy agradecido!
Encantado por su visita, esperamos que este blog sea de gran aporte para usted Dn. Miguel Carrion V.
EliminarDisculpe la tardanza, es mucho lo que tengo que responder! Gracias.
Eliminaruna pregunta cuales fueron las técnicas en esa época ??
ResponderEliminarGracias.
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