Organizarse y darse el tiempo


 Nuestro peor enemigo, somos nosotros mismos. Por lo que debemos ser amables con nosotros mismos cuando nos enfrentamos a lo desconocido. Debemos saber y tenemos que tener en cuenta que vamos a fallar mucho antes de tener éxito. Por lo que tenemos que dar tiempo para que estas faltas sucedan, serán situaciones que tarde o temprano sucederán..

Tenemos que pensar que el trabajo creativo no es automático ni menos mecánico. Es obra del subconsciente, es la visión de nuestro interior, es la visión interna de uno mismo junto a nuestras emociones. Si Ud. Tiene problemas profundos como por ejemplo, estar deprimido por un problema personal, no haga tal de ponerse a hacer algún trabajo creativo. Realice solamente trabajos mecánicos, sin razonamientos profundos y sin emociones, como por ejemplo: Limpiar y reorganizar su banco (¡probablemente lo necesite!). Preparar materiales para trabajar (enrollar el metal a un calibre adecuado, recocerlo, decapado y limpiarlo). No comience a cortar metales preciosos o trabajar en profundo en alguna pieza, con ese estado de estrés el trabajo es seguro que no le quedará bien..

HAGA COSAS CUANDO SE SIENTA BIEN CON USTED MISMO, CUANDO SE SIENTA DESCANSADO Y LAS COSAS ESTEN NATURALMENTE BIEN.

Cómo aprovechar el tiempo al máximo

Al comienzo de cada día, organice sus pensamientos; escríbalos si eso ayuda:

Todas las cosas que quiere hacer.

Todas las cosas que DEBE hacer.

Qué hay que hacer primero. (No empiece con cosas que no es necesario hacer ahora o posiblemente nunca).

Si se dan las condiciones comience a trabajar en ese proyecto que usted tiene. Si ese proyecto es muy grande y le llevará más de unas pocas horas completarlo, divida el proyecto en sus aspectos individuales e intente ir completando de a uno los pasos necesarios. No intente hacer más de lo que es física y mentalmente posible en el tiempo que tiene disponible. Debe dejar de trabajar en proyectos que exigen mucho pensamiento creativo muy entrada la noche: seguramente estará cansado. Aborde estos problemas y el pensamiento creativo cuando esté fresco y descansado.

Una palabra “clave” en el proceso de trabajo es el “foco”. Aprenda a concentrarse en lo que está haciendo.

Un comienzo útil para el proceso de concentración es la organización de su espacio de trabajo. Siéntese en ese espacio y piense en todas las cosas que tendrá que hacer allí. Tenga en cuenta que estas actividades laborales deberán ir superponiéndose, así que organícelas de acuerdo a las que hará con más frecuencia, o con menos frecuencia. A medida que comience a trabajar en ese espacio, debe pensar en ir mejorando su eficiencia. Acomodar los soportes del soplete por ejemplo le ayudará a mejorar su comodidad y le brindará más espacio en la mesa. Piense cómo trabajar mejor; la altura de la silla o sillón; también vuelva a pensar cuales son los mejores lugares para colgar herramientas importantes, etc. (Preocuparse si las herramientas están bien en sus estantes o cajones, ver que estén organizadas correctamente. Si las herramientas se pierden debajo de otras y se apilan sobre todo lo demás necesitará un tiempo innecesario para encontrarlas, la idea es no tener pérdidas innecesarias de tiempo.

Debemos aprender a enfocarnos en nuestro trabajo. Trate de bloquear los pensamientos sobre otros trabajos "¿Te invitará a salir este fin de semana?" o "¿Ella irá a la fiesta conmigo?" probablemente sea lo más importante en nuestra mente, pero la clave de una buena  productividad es desarrollar los medios y métodos sistemáticos para poner las cosas en su lugar y atenderlas sólo cuando ocurran.

Hay que establecer un horario de trabajo para el semestre y respételo, divida el semestre en días, semanas, meses. Se sorprenderá del poco tiempo que hay para trabajar. ¡Hágalo! No lo posponga el tiempo pasa muy rápido..

¡Reserve tiempo para usted mismo! Asegurándose de tener tiempo para descansar y jugar.

Repita en su mente que las cosas en este rubro están destinadas a salir mal, al menos en algún momento, y prepárese mentalmente cuando llegue el minuto cómo manejaremos el problema.

Cuando las cosas empiezan a ir mal. . . evalúa la situación y a ti mismo:

¿Están yendo mal porque:

Estoy demasiado complicado?

Estoy tratando con técnicas o materiales que son nuevos para mí y todavía no he desarrollado la habilidad suficiente para trabajarlos con éxito.

¿Me apresuro demasiado y trato de lograr demasiado en muy poco tiempo?

Estoy molesto, enojado, nervioso por algo que me hace cometer errores. . . . .

En su propia evaluación de por qué las cosas van mal; aléjese de su banco de trabajo o de su lugar de trabajo a un lugar tranquilo durante unos momentos para pensar. No intente evaluar su situación en medio del desastre. Solo mirar el error que ha cometido lo deprimirá más, aumentará su ansiedad y hará que sea más probable que cometa más errores.

En este lugar tranquilo, considere:

¿Debería intentar terminar lo que acabo de fallar?

¿Debo empezar a terminar otra cosa o aspecto del trabajo que sé que puedo hacer sin problemas?

¿Debo dejar de fumar y empezar de nuevo mañana?

Y finalmente recuerde que a pesar de todo:

“Un aspecto esencial de la creatividad es no tener miedo al fracaso”.

Este trabajo no es un trabajo duro: ¡No hay ningún truco que sirva y hacer que de repente todo se junte como por arte de magia…NO!

¡Este NO es el fin del mundo!

Mañana será diferente. Quizás no mejor, pero diferente.

¡Tenemos personas a nuestro alrededor que se preocupan por uno, y que también luchan y están interesadas en que todo salga bien y están ahí para tratar de ayudar!

 

 

Escrito por: Alejandro Glade R.

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