Las propiedades curativas de la plata son legendarias y desde hace mucho tiempo se ha mantenido tradiciones sobre este tema. Hay muchas ficciones según las cuales una cuchara de plata casi puede revivir a una persona, por lo que debe comprender cuidadosamente la cuestión de cómo usar este metal de manera correcta y competente para ayudar a su salud.
La ciencia moderna ha demostrado que los iones de plata actúan activamente contra 650 tipos de microbios, por lo tanto, este metal en varias formas se usa a menudo para crear composiciones medicinales. Varios compuestos de plata ayudan en el tratamiento de enfermedades dentales, procesos inflamatorios de los ojos, membranas mucosas de la nasofaringe y como desinfectante.
Antecedentes históricos
Sorprendentemente,
incluso antes de la aparición de la química en la forma a la que estamos
acostumbrados, en el mundo antiguo la gente ya sabía que la plata tiene un
efecto beneficioso sobre el bienestar humano. Durante las excavaciones, los
arqueólogos a menudo encontraron monedas y barras de plata en el fondo de los
pozos, así como vajillas de plata, claramente pertenecientes a la nobleza. Vale
la pena señalar que los platos también estaban hechos de oro, pero en
cantidades mucho menores. En ensayos históricos, hay referencias al hecho de
que en el antiguo Egipto, las heridas de los guerreros se trataban con placas
de plata. Se utilizó "agua de plata" para lavar. Las enfermedades
bucales también se trataron con plata.
Cómo usar la plata en casa.
La medicina moderna usa plata en preparaciones medicinales, sin embargo, cada uno de nosotros puede ayudar a nuestra salud comprando, por ejemplo, un ionizador de plata. Habiéndolo sumergido en una jarra de agua durante 24-36 horas, los iones de plata saturan el agua, haciéndola útil para los humanos. Por supuesto, no obtendrá el líquido mágico, pero habrá una ayuda clara para el cuerpo: eso es exactamente lo que necesita.
El cuerpo
se limpiará de gérmenes y bacterias; mejorarán los procesos metabólicos; y los
procesos inflamatorios desaparecerán.
Escrito por: Alejandro Glade R.
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