La importancia de tener un joyero de confianza.


Acabo de atender a un cliente que heredó un diamante de 1 ct. ,y me contó la siguiente historia, anteriormente llevó la piedra a dos  joyeros los cuales le dijeron que era una piedra de muy buen valor de casi nueve mil dólares, el cliente miró al microscopio su piedra  y le explicaron por qué tenía ese valor y se le mostró las condiciones que tenía la piedra, esta tenía una pequeña inclusión o defecto solo visible con el aumento (las inclusiones o defectos son únicos en cada piedra) y le explicó de su calidad y valor. Esta fue una muy buena idea; y la piedra fue guardada por un tiempo, sin embargo, ella decide llevarlo nuevamente a otro joyero, este era un joyero recomendado por la familia, y le deja la piedra suelta (no montado en un anillo) para una valoración.


Anteriormente ya le habían dicho que era un muy buen diamante. Cuando regresó a la tienda a recoger el diamante y la nueva valoración, se dio cuenta de que no se veía igual, y les preguntó al respecto. La respuesta fue... Pensábamos que era una piedra buena la que trajo pero después de mirarla y examinarla bien se determinó que era una piedra baja calidad.  QUE! ... ¿En serio? Ella aceptó la historia y pagó  por la nueva valoración de la piedra. Después de pensarlo durante un período de tiempo, ella comenzó a cuestionar lo que había ocurrido, ya que para ella la piedra no se veía igual a la que recordaba haber examinado la primera vez.

Le indiqué que volviera a la tienda y que hiciera preguntas y anotara las respuestas de modo que no se confundiera más tarde. El primer error que cometió el cliente fue no conseguir nada por escrito la primera vez que se interesó por su calidad, e incluso mejor, no exigió que le dieran un diagrama del diamante incluyendo sus inclusiones, tamaño y ubicación de las fallas vistas con la lupa antes de dejarlo en manos de otra persona.


El diamante que ella me trajo en realidad era de una calidad muy baja con dos fallitas notorias en el borde y numerosas inclusiones visibles a simple vista. Mi clienta me jura que las inclusiones no estaban en la piedra antes de salir de la tienda anterior, ya que ella había mirado su piedra a través del microscopio en la primera tienda.

 Por lo general, siempre me pregunto si el cliente está en lo correcto, pero en este caso otros dos joyeros había declarado que era una piedra de muy alta calidad y también recuerda todo lo que le dijeron cuando ella veía a por sí misma la piedra bajo el microscopio, así que realmente creo su historia. Esta larga historia se resume en que ahora no tiene ninguna prueba de la buena calidad del diamante que llevó a los dos primeros joyeros, y queda en tela de juicio el joyero recomendado por la familia. Ahora la clienta tiene una piedra valorada en sólo mil dólares  por la baja calidad de la piedra.


Saque usted su propia conclusión sobre esta historia, sobre el tener un joyero de máxima confianza.


Escrito por: Alejandro Glade R.




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